Para combatir los discursos de odio, en base a la Recomendación europea nº. R (97) 20, de 30 de octubre de 1997, el Comité de ministros a los Estados miembros, promulga:
“toda forma de expresión que propague incite, promueva o justifique el odio racial, la xenofobia, el antisemitismo y cualquier otra forma de odio fundado en la intolerancia, incluida la intolerancia que se exprese en forma de nacionalismo y etnocentrismo agresivo, y de discriminación y hostilidad contra las minorías, los migrantes y las personas de origen inmigrante”
Exhorta a todos los Estados miembros a ir en contra de estas prácticas. En el caso de España, se atiende con avances en las leyes de delitos contra la discriminación.
A pesar de que en varios países existe una legislación contra la esclavitud, los trabajadores migrantes son víctimas de explotación por parte de empleadores e intermediarios, como las agencias de contratación y las mafias. Su debilidad económica, junto con la proliferación del trabajo no declarado e irregular, permite tanto a organizaciones delictivas como a empleadores perpetuar el trato ilegal de los trabajadores migrantes.
Damos las gracias a todos y cada uno de los colegas, voluntarios, a mis amigos incondicionales, a las víctimas de discriminación étnica y racial, quienes nos facilitaron sus experiencias vividas consecuencia del racismo, la xenofobia, el machismo y la aporofobia.